Manejo del estrés — Empleo

• Reducimos la ansiedad antes de la entrevista
• Comenzamos la preparación sustantiva
  • Practicamos la presentación personal
• Preparamos psicológicamente para la entrevista
• Cómo manejar la ansiedad en la entrevista
• Cómo relajarse después de la entrevista
• Conclusiones

La mayoría de los solicitantes no disfrutan de las entrevistas, y con razón: tienen que competir con otros candidatos, ser evaluados según criterios desconocidos y hablar con personas que no conocen.

Durante la entrevista, el candidato realiza tareas que evalúan su experiencia, conocimientos, habilidades y puntos fuertes. Sin embargo, no hay garantía de que recibirá una oferta de trabajo. La incertidumbre de la situación y la prisa solo aumentan la tensión.

Todos estos factores se suman: incluso los candidatos experimentados y fuertes se preocupan y se inquietan, no manejan sus emociones y, en última instancia, no siempre se muestran tal como son. Para evitar esto, es necesario aprender a manejar el estrés, lo que hará que la entrevista sea más cómoda.

En esta lección, aprenderemos a lidiar con el estrés y te diremos qué hacer antes, durante y después de la entrevista. Aprenderás a reducir el estrés y a destacar tus puntos fuertes, lo que te permitirá dejar una impresión positiva de ti mismo.

Reducimos la ansiedad antes de la entrevista

A menudo, los factores estresantes son las preocupaciones sobre la evaluación, expectativas demasiado altas, el miedo a cometer errores o a fracasar. Estos pensamientos afectan nuestro estado emocional, y este, a su vez, influye en nuestras acciones.

Por eso, la preparación para la entrevista debe empezar con un análisis de los pensamientos utilizando este esquema:

1. Anota todo lo que piensas sobre la próxima entrevista.
2. Identifica qué sentimientos provocan estos pensamientos.
3. Reflexiona si estos pensamientos son útiles, si te ayudan a alcanzar tu objetivo.
4. Si los pensamientos no son útiles, piensa en cómo cambiarlos.

Veamos un ejemplo:

• Lo que pienso: "Me invitaron a la entrevista en vano, de todos modos no seré adecuado para este puesto."
• Lo que siento: nerviosismo, ansiedad, miedo.
• ¿Son útiles estos pensamientos?: No.
• Cómo cambiar el pensamiento: "Es poco probable que me hayan invitado sin razón. Ya decidieron dedicarme tiempo, así que mi experiencia debe ser adecuada. Probablemente había otros candidatos menos adecuados que yo. Entonces, ya les intereso. No hay razones serias para preocuparse".

Veamos otro ejemplo:

• Lo que pienso: "Tengo miedo de ser rechazado."
• Lo que siento: miedo, pavor, desconcierto.
• ¿Son útiles estos pensamientos?: No.
• Cómo cambiar el pensamiento: "El rechazo no significa que sea un mal profesional. Incluso a los profesionales más experimentados a veces los rechazan. La búsqueda de empleo es un proceso mutuo: la empresa busca un empleado y el empleado busca una empresa. Si me rechazan, no pasará nada terrible".

Es muy raro que los candidatos sean contratados por la primera empresa que los entrevista. Por lo tanto, es útil complementar estos pensamientos con un "Plan B". Responde de antemano a la pregunta: "¿Qué haré si realmente no paso la entrevista?" Entonces, el miedo al fracaso se desvanece y en su lugar aparece la confianza y la calma.

Acepta el rechazo como uno de los pasos hacia tu objetivo. Cambia el enfoque y piensa que se necesitan cien rechazos para obtener una oferta. De esta manera, reducirás la intensidad del estrés y mejorarás tus habilidades para las entrevistas.

A veces, trabajar con los pensamientos es suficiente para aliviar la ansiedad antes de una entrevista. Si eso no funciona, considera opciones adicionales:

• La preparación sustancial te ayuda a formular una posición negociadora.
• La preparación psicológica reduce el nivel de estrés antes de la entrevista.

Comenzamos la preparación sustantiva

Las empresas a menudo no proporcionan los criterios de evaluación del candidato, lo que añade incertidumbre y genera preocupación. Por eso, es importante aclarar la situación por uno mismo, haciéndola clara y comprensible.

Trata de obtener más información sobre la empresa:

• Visita su sitio web y averigua qué valores y misión tiene la empresa. Imagina cómo te sentirías trabajando en ese ambiente.
• Mira las presentaciones de los líderes de la empresa y de los jefes de departamento con los que trabajarías. A veces, estas presentaciones están disponibles públicamente.
• Intenta contactar con conocidos que ya trabajen en esa empresa. La información que te proporcionen los empleados te ayudará a prepararte mejor para la entrevista y fortalecerá tu posición negociadora.

En resumen, es importante aclarar tantos detalles como sea posible antes de la entrevista. Estas acciones te ayudarán a:

• Decidir si realmente quieres trabajar allí.
• Formular preguntas específicas sobre el puesto y la empresa.
• Identificar posibles problemas relacionados con el puesto al que aspiras.

Durante esta investigación, podrás evaluar cuidadosamente los pros y los contras, conocer mejor la empresa y llegar a la entrevista con una lista preparada de preguntas y sugerencias.

Practicamos la presentación personal

La presentación personal es como un resumen compacto de tu currículum, donde cuentas tu experiencia profesional. Aunque tu CV pueda detallar tus responsabilidades, logros y habilidades, siempre es necesario hacer una presentación en persona. Asegúrese de que la presentación personal no dure más de 5-8 minutos. Para ajustarte a este tiempo, destaca aquella experiencia que sea relevante para el empleador específico.

Puedes estructurar tu relato de experiencia así:

• Empecé en la empresa "A" porque...
• Mis responsabilidades incluían tareas como...
• Durante mi tiempo allí, logré... (un ascenso, mejorar procesos, aumentar las métricas en un X%, recibir reconocimientos, completar formaciones, etc.)
• Decidí dejar la empresa "A" porque...
• Luego me uní a la empresa "B" debido a...

No olvides mencionar las fechas en tu narrativa: cuánto tiempo trabajaste en cada empresa, en qué mes y año comenzaste y cuándo te fuiste.

Contar tu experiencia de esta manera hará que tu presentación sea organizada y estructurada, ahorrando tiempo tanto para ti como para el entrevistador.

Anticípate a las preguntas que te hará el entrevistador. En un ambiente tranquilo antes de la entrevista, piensa en respuestas que destaquen tus fortalezas y minimicen tus debilidades. También prepara respuestas para preguntas comunes, como "¿Qué aspecto específico de esta posición te atrajo?".

Recuerda que la entrevista es un proceso de ida y vuelta, así que tus preguntas también serán importantes para determinar si la empresa es adecuada para ti. Prepara una lista de preguntas con anticipación. Preguntas como estas pueden ser útiles:

• ¿Cuáles serán mis responsabilidades?
• ¿Qué se espera que logre?
• ¿Con quién trabajaré en el equipo?
• ¿Cómo se distribuyen las responsabilidades en el equipo?
• ¿Cómo se evalúa la efectividad del equipo?
• ¿Qué indicará que estoy cumpliendo con mis tareas correctamente?

Una preparación exhaustiva te ayudará a anticipar la entrevista, lo que te dará mayor claridad y reducirá tu nivel de estrés, permitiéndote sentirte más tranquilo durante la entrevista.

Sin embargo, a veces la preparación no es suficiente y los nervios persisten. En ese caso, la preparación psicológica también puede ser útil.

Preparamos psicológicamente para la entrevista

Hay muchas formas de lidiar con los nervios y el estrés; vamos a mencionar las más útiles. ¡Experimenta y descubre qué te ayuda a calmar los nervios justo a ti!

• Hacer ejercicio: Saltar, hacer sentadillas u otra actividad física antes de la entrevista puede reducir la adrenalina y ayudarte a controlar los nervios. Observa cómo el estrés afecta a tu cuerpo. Si sientes tensión en el cuello o los hombros, relaja los músculos con auto-masajes o ejercicios.
• Tu voz: A menudo, los nervios se notan en la voz, así que dale un poco de atención especial. Antes de la entrevista, relaja los músculos de la mandíbula, esto te ayudará a aliviar la tensión en la voz. Puedes probar este ejercicio: haz una forma de pico con los labios y haz diez movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj y en sentido contrario. Lleva agua contigo a la entrevista por si sientes que se te seca la garganta.
• Ejercicios de respiración: Haz una serie de respiraciones profundas o utiliza el "cuadrado de respiración". Los ejercicios de respiración te pueden calmar y relajar tu sistema nervioso.
• Música: Prueba diferentes tipos de música antes de la entrevista y elige aquella que te ayude a reducir la ansiedad y la preocupación.
• Paseo. Para reducir los nervios, elige tus rutas favoritas donde te sientas tranquilo y relajado.
• Recompénsate a ti mismo: La entrevista es una situación fuera de tu zona de confort, así que date un premio por ello. Piensa en una recompensa, independientemente del resultado de la entrevista. Esto apoyará tus esfuerzos y reforzará tu deseo de actuar.
• Sonríe: Se ha demostrado que sonreír reduce la frecuencia cardíaca, estimula la liberación de endorfinas y reduce el dolor y el estrés. Así que sonríete frente al espejo, te ayudará a ponerte en un estado de ánimo positivo.
• Postura: Imagina cómo se ve una persona que pasa fácilmente una entrevista. ¿Cómo se para, qué gestos hace, cómo habla? Intenta adoptar esa actitud durante un minuto. Observa cómo este cambio de actitud puede afectar tu estado de ánimo.

Cómo manejar la ansiedad en la entrevista

Antes de la entrevista en sí, es importante relajarse y mostrarse lo mejor posible, dentro de lo que sea apropiado y posible.

Para manejar los nervios durante la entrevista, imagina que ya conoces a estas personas desde hace varios meses. Imagínate encontrándote con ellos todos los días en esta oficina, sentado en esta silla detrás de esta mesa. Piensa que ya te han aceptado y que solo estás pasando por una formalidad: responder algunas preguntas.

Si te sientes muy nervioso y te cuesta expresarte, no tengas miedo de hacer pausas en tus respuestas. Durante esas pausas, intenta distraerte de los nervios. Por ejemplo, cuenta los ángulos en la habitación o piensa en lo que compraste la última vez en la tienda. Esto te ayudará a recuperar el control.

Reconoce tus emociones: "Estoy nervioso". Al nombrar cómo te sientes, recuperas el control y para el entrevistador, esto muestra sinceridad y una alta inteligencia emocional.

Cómo relajarse después de la entrevista

Después de la entrevista, es importante tomarse un momento para relajarse y procesar cómo te sientes. Aquí te dejo algunas sugerencias:

No te critiques demasiado: Incluso si no salió como esperabas, recuerda que hiciste lo mejor que pudiste. A veces, otro candidato simplemente encaja mejor, ¡pero eso no significa que no seas excelente!

Reflexiona sobre la experiencia: Una vez que hayas dejado atrás las emociones del momento, tómate un tiempo para pensar en lo que salió bien y en lo que podrías mejorar para la próxima vez.

Conclusiones

En resumen, hemos explorado diferentes formas de prepararse que ayudan a reducir el estrés antes, durante y después de una entrevista. Dividimos la preparación en varias etapas: manejo de pensamientos ansiosos, preparación sustancial y psicológica.

Esperamos que estos consejos te ayuden a destacar tus talentos y a obtener una oferta de trabajo en una empresa que te guste.

Los estudiantes de Códica tienen la oportunidad de practicar entrevistas antes de una entrevista real. Esta opción está disponible para aquellos estudiantes que están siguiendo la Trayectoria Profesional.

Gracias a estas entrevistas simuladas, puedes identificar tus puntos débiles, conocer los detalles y prepararte mentalmente para una entrevista real. Con esta oportunidad, podrás manejar el estrés, recibir valiosos consejos y comprender cómo es una entrevista en una empresa de TI.